Desarrolla tu inteligencia interpersonal

Desarrolla tu inteligencia interpersonal


La inteligencia interpersonal es la capacidad que tiene una persona de relacionarse, comunicar e interactuar. Un buen desarrollo permite entender e interpretar las intenciones de los demás. Pero no solo hablamos de cuestiones verbales. También aborda la habilidad para descifrar movimientos, expresiones faciales o patrones de comportamiento.

Desenvolverse en la sociedad de forma competente requiere desarrollar la inteligencia interpersonal. A través de ella, podemos crear y mantener vínculos sociales. Ahí reside la importancia de una estimulación diaria. Por ello aquí te traemos algunos consejos para que puedas desarrollarla al máximo.

Escucha activamente

A menudo creemos estar escuchando cuando solo oímos. Esto es una cuestión que debemos trabajar. Se trata de un ejercicio de atención. No debemos juzgar o interrumpir. Solo intentar comprender lo que nos intenta transmitir la otra persona sin imponer nuestro punto de vista.

Usa la empatía

Se trata de comprender a la otra persona. Ponerse en su lugar y entender su postura a través de tu experiencia personal. Es importante hacer un esfuerzo por alejarse de nuestros juicios para acercarnos a su posición.

Presta atención al lenguaje no verbal

Todo comunica. El lenguaje verbal no lo es todo. Hay que ir más allá de las palabras. Prestando atención también a cómo se dicen las cosas. Aquí entran en juego el tono de voz, los gestos, la indumentaria, etc.

Todos estos factores permiten averiguar el estado de ánimo o las emociones de la otra persona. Esto facilita el ajuste de nuestro comportamiento a la situación.

Relaciónate con gente diferente

Es importante salir de nuestro espacio personal. Las relaciones con otras personas facilitan el desarrollo de esta inteligencia. De este modo, aprendemos y conocemos otros puntos de vista.

Este aspecto está muy relacionado con la empatía. Puede servir para ejercitarla. Escuchar a otras personas, intentar ponerse en su lugar y comprender sus motivaciones. Aunque la experiencia no resulte del todo buena, puede servir de reflexión sobre lo que nos ha aportado.