Competitividad y solidaridad en el ámbito laboral
Ser competitivo y solidario son factores claves en la productividad laboral, conjuntar estos componentes eleva tu calidad individual.
Tener una comunicación eficaz en el contexto laboral, es una cuestión esencial. El establecimiento de metas claras predispone a los empleados a crear un ambiente de trabajo en equipo, puesto que con objetivos en común, los integrantes buscarán satisfacerlos y mejorarán su rendimiento, al ser competitivo y solidario.
Hoy en día, los empleos se distinguen por ser altamente competitivos y demandar conocimientos amplios en cada materia. Constantemente las empresas hacen mediciones para ver el progreso en cada una de las áreas, lo que por un lado puede mejorar potencialmente el trabajo en equipo o enemistar a unos con otros generando un clima hostil e inadecuado.
No se debe perder de vista que si cada sector en la empresa funciona de manera óptima habrá una suerte de inercia que involucrará a todos los integrantes. Ser competitivo y solidario a la vez, involucra inmediatamente tener un alto autoconcepto de sí mismo, percibirse como alguien capaz de ayudar sin perder la ambición propia, es un estímulo que nos acerca al cumplimiento de nuestras metas.
El trabajo no solo satisface necesidades económicas o materiales, también implica la creación de un espacio donde se pueda innovar y proponer y buscar el desarrollo social, pero sobre todo tener un lugar donde poner en práctica los conocimientos adquiridos durante la estancia en la universidad.
Ser competitivo y solidario implica no perder la individualidad pero conservar el espíritu de trabajo en equipo, establecer metas propias que complementes los objetivos del grupo, fortalecerá nuestro trabajo.